27 de septiembre de 2011

¿Personas libres?



Me lo decían, amigos y compañeros, que la visita de Benedicto XVI a Madrid es eminente; en los calores del mes de Agosto, en las jornadas de la juventud cristiana.

A mi personalmente las cuestiones religiosas me parecen tan fuera de tiempo, tan lejanas en la historia del mundo, que me cuesta trabajo pensar como millones de personas, que se dicen civilizadas continúan reverenciando ídolos, tragando mitologías fomentando devotamente ridículos cultos. La realidad, sin embargo, me dice que la persona debe ser una gran bestia teológica, cuando tan estúpidamente se somete, en nuestros días, a los mayores absurdos y ¡¡triunfan!!. Y es que el cristianismo sigue siendo la inspiradora y la reguladora de la vida en el mundo llamado civilizado. Y a fin de cuentas que es el cristianismo sino una doctrina deprimente y un poder aplastante gravitando sobre la humanidad dolorida, pues se ha abierto paso derramando sangre humana a torrentes, torturando cruelmente y exterminando hombres y mujeres a millares.

La pretendida religión del amor ha sido en todo tiempo el azote de la humanidad. Y no lo digo yo son los hechos mismos los que hablan con incontrastable elocuencia.

Si tan hondo hemos caído, ¿no habrá una solo voz que se alce en son de protesta, que repruebe severamente la ruin y vil idolatría, que rechace valientemente toda complicidad con labor tan nefasta?.
Personas libres por encima de todo podremos ser tolerantes, somos tolerantes, con todas las ideas, y jamas nos rendiremos al fanatismo por los hombres, así sean más representativos que los mismo supuestos dioses. No ayudaremos a forjar una cadena aunque sean de oro y diamantes sus eslabones. Un cerebro libre un corazón entero, una conciencia recta, no puede sino abominar de todas esas bajezas idolátricas que degradan, que encanallan a las multitudes.

Salud y liquidación Social.
Iberia – Agosto - 2011

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