A
menudo, ante la situación de crisis que nos encontramos y la
actitud que toman la mayoría de las personas para afrontar esta
situación, me hace pensar, que la estupidez humana no conoce
límites, lo intentare explicar.
A
lo largo de los tiempos este sistema en el que nos encontramos
inmersos (el sistema capitalista) ha logrado que el Yo se imponga
ante todo y sobre todo. El discurso que mantienen y sostienen, los
que se benefician, es simple, pero tremendamente efectista, -ocúpate
de tus problemas, mira lo mejor para ti…etc. Logrando durante los
últimos años y tras una dictadura, que toda una generación que
tenía sed de libertad se viera inmersa en la apatía más absoluta.
Dedicándose desde entonces ha hacer ver que todo por lo que se había
luchado, todos los que se habían quedado por el camino soñando con
que la libertad del ser humano era posible, se vea plasmado en un
voto.
Esa
era la libertad, esa era la gran libertad soñada, ¿cómo es posible
ser tan estúpidos?, y ya está, ¿eso es todo?, toda una generación
que lucho por un mundo más libre y más justo observo como su barca
cargada de sueños se hundía en el mar de la democracia. En esos
tiempos todo valía, todos pensaron.. muerto el perro se acabo la
rabia, pero se olvidaron que la rabia ya se había contagiado y
extendido. Esa rabia llamada poder, no necesita de su mordedura para
su contagio, es algo intrínseco en el ser humano, la ansiedad por el
poder, es lo que ha traído a este mundo, guerras, hambre y religión,
cosas que deben ser eliminadas, impidiendo que nadie ostente poder
alguno, se impedirá que esto se produzca, así de sencillo.
En
los últimos tiempos todo ser humano se ha dado cuenta, que su voto
no sirve para nada, que todos hacen las mismas políticas impuestas o
no por los mercados. Pongas el canal que pongas te sirven para comer
las mismas noticias, -no vaya a ser que informen y les quiten su
trocito de pastel-. Ellos actúan con mucha inteligencia. Intentan
hacernos ver que este sistema es el que más libertad nos otorga,
pudiendo decidir entre muchos canales de televisión, pudiendo
decidir entre muchos partidos políticos, podemos decidir quién nos
engaña, o quien nos roba, bonita libertad.
Es
una gran mentira, es el discurso de siempre, o blanco o negro, o
noche o día, o dictadura (sea la que sea) o democracia. Y ya está,
se acabo, ¿acaso no es más bonito el color verde o el azul?, ¿acaso
no es más hermoso un amanecer o un atardecer?, entonces… ¿cómo
nos dejamos engañar por los que sabemos que tienen que vivir de
nosotros?, vemos con claridad que existen más opciones pero no
optamos por ellas, ¿Por qué?.
Vemos
de manera cotidiana como roban, como engañan, y como luego se van de
rositas, se les aplican las leyes que ellos mismos han dictado. ¡¡
Cuanta estupidez !!.
Yo
no tengo que votar, tengo que participar, cada día, a cada hora, en
cada paso que se dé, porque me afecta, porque así lo quiero, porque
esa es la máxima expresión de libertad, esa y no otra. Poder
decidir en todo, en absolutamente todo lo que me afecta como ser
humano libre.
Ya
no hay marcha atrás hemos de seguir avanzando hacia la verdadera
libertad, hacia un mundo donde el pueblo, cada ser humano, decida
abandonar la estupidez, y caminar hacia la verdadera libertad.
Quedamos
tranquilos, pensando que en las próximas elecciones estos fascistas
que nos gobiernan elegidos democráticamente pagarán las
consecuencias, ja ja ja y saldrán del gobierno y vendrán otros que
lo harán mucho mejor, porque son más rojos y más buenos, o sino
aún mejor, que sean muchos pequeños los que gobiernen ¡qué gran
idea!,
¡¡Cuanta
estupidez!!.
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