Los
recortes por parte del gobierno autonómico comenzaron en diciembre
de 2.010, momento en que miles de docentes salieron a la calle de
modo espontáneo para protestar y los sindicatos “mayoritarios”
se vieron obligados ir tras ellos/as para darles apoyo. En pocas
semanas todos los sindicatos de la enseñanza (tanto los de clase
como los corporativos) se unieron a las movilizaciones, marchando
juntos como nunca se les había visto. Pero el gobierno regional es
muy listo y en febrero de 2.011 consiguió dividirlos al hacer que
los sindicatos corporativos firmaran una suavización de los recortes
y se desligaran de la lucha. A partir de entonces solo quedó el
Comité de Resistencia, formado por los sindicatos de clase CCOO, UGT
y STERM. Hasta mayo de 2.011 se sucedieron decenas de actos
reivindicativos (“acompañamientos” a políticos,
concentraciones, acampadas, etc) y un total de 10 manifestaciones
multitudinarias que llenaron la Gran Vía de Murcia. Eso sí, los
sindicatos “mayoritarios” se encargaron de que no se convocara ni
un solo día de huelga, pese a que hubiera tenido un apoyo masivo.
Con
la llegada de las elecciones autonómicas en mayo de 2.011 se pararon
todas las movilizaciones, dejando que “muriera” el curso en junio
sin hacer nada. Todo parece indicar que hubo algún tipo de “pacto
secreto” entre la Administración Regional y el Comité de
Resistencia.
A
lo largo de todo el curso siguiente (desde septiembre de 2.011 hasta
junio de 2.012) se han sucedido gravísimos ataques a la educación
pública por parte del gobierno central, que han supuesto el despido
de cientos de profesores/as y maestros/as, el aumento de horario y
empeoramiento de las condiciones laborales para el resto y una
paulatina bajada de sueldo. En todo este curso los sindicatos del
Comité de Resistencia se han dedicado a “dejar pasar el tiempo”
y controlar que nadie intente organizarse para luchar contra estos
desmanes. Se convocó un día de huelga en la enseñanza el 22 de
mayo para “salir en la foto de los periódicos” y poder afirmar
que aún lo controlan todo. Está claro que el único objetivo de
estos sindicatos es hacer de “pastor” para que el rebaño no se
organice y tome sus propias decisiones.
A
finales de mayo de 2.012 se produjo un último intento de hacer
huelga indefinida por parte de un reducido grupo de docentes,
consultando a todos los sindicatos pero sin obtener apoyo alguno.
Ahora ya estamos en septiembre de 2.012, con cientos de compañeros/as
en el paro, otros/as desplazados/as forzosos/as, todos/as sin extra
en navidad, con mas horas de clase, mas alumnos/as por aula, sin
medios económicos en los centros, y con un futuro próximo lleno de
mas recortes que pueden llevarnos a todos/as a la miseria. Pero aún
queda una esperanza: el único sindicato independiente del país
(CNT) puede ayudarnos en la tan ansiada huelga indefinida, que es lo
único capaz de parar este desmantelamiento de la educación pública.
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