20 de septiembre de 2012

REFEXION SOBRE LAS DROGAS



A raíz de nuestro recorrido por el panorama libertario (y por la sociedad en general), hemos venido observando como el uso de drogas en los espacios, situaciones y momentos de lucha suponen un problema. Entendemos que el consumo de tóxicos (mayormente alcohol y cannabis, pero también otras drogas), es un factor que acaba con la lucha o bien disminuye en mucho su efectividad y virulencia, al ser una fuente de evasión de una realidad de la cual no hay que escapar, sino que hay que combatir. Además, merma algo que es primordial para la consecución de una lucha verdaderamente efectiva, la reflexión consciente y despierta, el estado de alerta y la capacidad creativa y de esfuerzo.
En efecto, la tarea que tenemos les anarquistas contemporáneos es, ni más ni menos, que comenzar desde cero, autoformarnos y tomar conciencia de la realidad que nos rodea y en la cual estamos inmerses para poder plantar cara acercándonos a nuestro ideal. Con la represión y el poder mediático de un Estado mil veces reforzado, la tarea que nos toca es colosal, no caben aquí pues ni las borracheras ni los “morados” ni la juerga inconsciente, consumista, individualista y alienante. Cabe la creatividad, la reflexión, el esfuerzo y la puesta en común de estrategias, experiencias y aprendizajes en un entorno sano. No podemos picar el anzuelo, es el Estado el que viene introduciendo el consumo de alcohol y otras drogas a través de sus aparatos de propaganda y otros medios. Antes que luchando, nos quieren ver drogades, borraches y sumides en una vorágine de autodestrucción, esto es algo obvio.
A menudo, hay personas que opinan que promover la abstinencia de las drogas es algo reaccionario, se nos acusa de moralistas, ¿hay algo más revolucionario que pretender mantenernos conscientes para luchar de una forma más efectiva contra el Estado y el Capital? ¿hay algo más reaccionario que mermar nuestras capacidades y aptitudes autodestruyéndonos con el consumo de sustancias de las cuales el Estado saca ingentes beneficios económicos, a la par que prácticamente acaba con la capacidad de lucha de sus enemigues potenciales? Se nos acusa también de “decir a la gente lo que tiene que hacer”, sin embargo, ese no es nuestro propósito, pues, como anarquistas, defendemos la libertad individual de cada cual para tomar la sustancia que le venga en gana. Nuestro propósito no es prohibir nada a nadie, sino llamar a la reflexión sobre el problema de las drogas en relación con la lucha social para conseguir incrementar el número de compañeres conscientes de este problema y que luchen por solucionarlo.
Muchas personas argumentan que puede existir una relación con las drogas más “responsable”, que no se base en excesos, que se haga de forma consciente, etc. Nosotres respondemos que hacer apología de un uso “responsable” de drogas en pos de pretendidas virtudes de dichas sustancias no es nuestra labor, pues el problema que vemos en la realidad es el abuso y la alienación, la autodestrucción y el aletargamiento. No vemos a gente consumiendo sustancias de forma responsable, al menos en la generalidad, por lo tanto no vamos a hacer apología de algo que ha destruido, y destruye, multitud de movimientos populares que amenazan al poder en pos de una “virtud” que no vemos por ningún lado. Existe un problema: el abuso de estas sustancias y la autodestrucción de las personas que las consumen y, por tanto, la aniquilación de la lucha en la cual se supone que dichas personas están inmersas. Este es el problema que vemos y éste es el problema que combatimos; no estamos dispuestes a promover un uso “responsable” de las drogas, queremos promover la abstinencia porque no vemos que se esté dando un uso responsable (si es que se puede denominar responsabilidad al hecho de introducir a sabiendas tóxicos en el organismo), vemos autodestrucción, alienación, aletargamiento y casi la total ausencia de raciocinio, sentido crítico, reflexión y creatividad; virtudes todas ellas imprescindibles para la tarea que nos traemos entre manos.
Grupo Anarquista Pirexia

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