20 de diciembre de 2012

Monumentos fascistas son monumentos a la concordia, y los burros vuelan.


Contestación al escrito “Los monumentos a los caídos ya no son de vencedores ni de vencidos”. Publicando en el número de Noviembre de Pinatar Actualaidad.

En el escrito del Sr. Ramos Mosquera no encontramos ningún argumento que demuestre que estamos equivocados, que no llevamos razón en nuestra denuncia de la reconstrucción de un monumento fascista. En ningún momento desmiente que el fascismo no continua formando parte del sistema, que sigue siendo un peligro para la sociedad, que el cambio democrático ha sido solo de fachada. Ni ha rebatido que la presencia de los herederos del franquismo en las esferas de poder hace muy difícil, cuando no imposible, la desaparición de las calles y monumentos en exaltación del franquismo.

Afirma que: “Se deshicieron monumentos, se cambiaron nombres de calles....”. Pese a este cambio en el callejero de San Pedro del Pinatar nos encontramos las siguientes calles:
    Almirante Ruíz González, sublevado en el crucero Canarias que participio en la masacre de la carretera de Málaga Almería, donde murieron unos 5.000 refugiados, la mayoría civiles que huían de Málaga.
    General Sanjurjo, golpista consumado: dictadura de Primo de Rivera, Sanjurjada y sublevación del 36. Su muerte, en un accidente de avión, evito que asumiera el mando del levantamiento fascista.
    General Mola, cabecilla de la sublevación militar de 1.936, tiene el honor de estar al mando del ejercito del norte cuando el bombardeo de Guernica. Parece ser que fue accidentado en beneficio de Franco.
    Queipo de Llano, encabezó el levantamiento militar en Sevilla, donde la represión que dirigió contra los fieles a la República llevo a la muerte a más de 3.000 personas, en le periodo que va desde el 18 de Julio a enero de 1.937.
    Avd Generalísimo, sin comentarios.

El monumento objeto de nuestro artículo ya no es a los vencedores, “se le dio carácter universal”. Según el escrito de este ciudadano el monumento es “un homenaje a las miles de víctimas de la Guerra Civil”. Poniendo a la misma altura a los que lucharon por La República y la libertad, que a los que se levantaron en santa cruzada contra el pueblo español provocando un millón de muertos y muchos millones de represaliados y exilados.

Es inimaginable que un monumento al holocausto judío se culmine con la cruz gamada, Del mismo modo un monumento a las víctimas del nacional catolicismo, culminado por una cruz, es una burla, una humillación y un escarnio a su memoria.

Continuando con los trucos de convertir lo blanco en negro; los responsables del levantamiento fascista no son los que lo alentaron y consumaron. Dice: “a eso llevó la violencia ejercida desde grupos incontrolados, anarquistas, principalmente, ante la dejadez y cobardía de las autoridades”. Justifica el levantamiento fascista en la actuación de los anarquistas, principalmente; olvidando el deseo de la oligarquía de terratenientes, del gran capital y de la iglesia de mantener su poder y opresión sobre el pueblo hambriento al que pretendían mantener sumido en el oscurantismo, recurriendo para ello al uso de la armas en contra de un gobierno democráticamente elegido.

Junto al cambio de víctimas a verdugos recurre al falso tópico sobre los anarquistas violentos.

Es agotador defenderse siempre del mismo sanbenito. El estado no ha encontrado nada mas fácil para justificar su continua represión hacia las ideas libertarias, que acusar a los anarquistas de violentos. Justificándolo unas veces por actuaciones de algunos individuos aislados, otras por actuaciones de grupos que nada tienen que ver con las ideas ácratas y otras muchas en los crímenes inventados o perpetrados por el mismo estado, como fue “el Caso de la sala de fiestas Scala”.

Respecto a la afirmación de que “la mayoría de la gente busca paz, además de trabajo.” Queremos manifestar que: el sometimiento a los explotadores es la paz de los borregos que dócilmente se dejan llevar al matadero. Lo que realmente busca la mayoría de la gente es la felicidad, y para conseguirla más importante que la paz y el trabajo, es el fin de todo tipo de explotación, sin explotación no habrá personas sin trabajo, sin hogar, sin alimentos, sin sanidad, sin educación, sin los medios necesarios para una vida digna.

Por eso, pese a los deseos de que aceptemos nuestra derrota, nuestro “fracaso histórico”, mientras exista un ser humano explotado, no sentiremos indignados. Sublevados ante toda injusticia, siempre estaremos en la lucha, por un mundo sin opresores ni oprimidos, por la libertad, por LA REVOLUCION SOCIAL.

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